La superficie de trabajo es el elemento del laboratorio que sufre el mayor desgaste. Una elección inadecuada puede causar un deterioro severo a corto plazo.
¿Cómo podemos estar seguros de que el material elegido es el mejor? Dado que no existe el material “perfecto”, esta es una de las primeras cuestiones que nos debemos formular como responsables de laboratorio o técnicos proyectistas.
Para resolverlo proponemos seguir tres sencillos pasos:
1. Evaluar el uso de la bancada.
En un primer paso, nos debemos preguntar qué uso le vamos a dar a la bancada. La casuística de uso es muy variada, pero las preguntas que debemos responder son sencillas:
- ¿Qué productos químicos vamos a usar? Ácidos, bases, tintes, etc. son elementos frecuentes que pueden provocar manchas y defectos permanentes en la encimera
- ¿Qué peso va a tener que soportar la encimera? En la mayoría de las ocasiones, esto viene determinado por el peso de los equipos que se instalan sobre nuestras bancadas
- ¿Vamos a someter la bancada a abrasión mecánica? Hay riesgo de impacto (caída de objetos)? La abrasión mecánica suele ir ligada a experimentos que se desarrollan sobre la bancada.
- ¿Trabajamos con agentes biológicos o radioactivos peligrosos? En estos casos la facilidad de limpieza y descontaminación es vital.
2. Elaborar una lista preliminar de materiales que podrían encajar.
Una vez conocemos bien las agresiones a las que vamos a exponer nuestras encimeras de laboratorio, necesitamos escoger los 2 o materiales que creemos que podrían encajar.
Las opciones son muy variadas:
- Laminado fenólico de alta presión (Trespa Toplab Base / Trespa Toplab Plus).
- Gres Porcelánico.
- Acero inoxidable.
- Polipropileno.
- Gres Técnico.
- Melamina.
- Vidrio Templado.
Puede parecer difícil decidirse entre tantas opciones, y muchas veces, lo mejor es dejarse asesora por una buena empresa de mobiliario de laboratorio. No obstante, hay algunas reglas sencillas que funcionan en el 80% de los casos.
- Si necesitamos que la superficie tenga muy buena resistencia química: el gres porcelánico o el Trespa Toplab Plus suelen ser las opciones más frecuentes. El gres porcelánico, además, tiene una dureza superficial muy elevada.
- Si vamos a poner mucho peso sobre la bancada, el Trespa Toplab Plus o el Trespa Toplab Base són las opciones más adecuadas. Estos materiales también resisten muy bien los impactos.
- Si utilizamos agentes peligrosos (radioactivos, biológicos), y tenemos que descontaminar las bancadas con frecuencia, debemos pensar en el Acero Inoxidable o en el Polipropileno
Además, los fabricantes disponen de fichas técnicas con ensayos químicos y mecánicos que nos pueden resultar útiles. No obstante, no debemos olvidar, que el objetivo de este paso es elaborar un listado preliminar de materiales viables. La elección del material más adecuado la dejamos para el último paso.
3. Pedir muestras y experimentar en condiciones de uso reales.
Este es el paso es más importante y más emocionante de todos. Consiste en pedir muestras de los 2 o 3 materiales por los que nos hayamos decidido y realizar pruebas en condiciones reales.
Suele resultar muy útil “manchar” las muestras con los productos químicos que utilizamos en nuestro laboratorio y dejar actuar los reactivos durante 24 horas. Así podemos evaluar cómo reacciona el material en condiciones reales y cómo de fácil resulta limpiarlo.
En MBY Lab Solutions, hemos visto a nuestros clientes hacer prácticamente de todo: ensayos de abrasión, contaminación con isótopos radioactivos y descontaminación posterior, etc.
Una superficie adecuada se mantendrá en buen estado durante muchos años. Así que el esfuerzo merece la pena.